Los artesanos tomaron pronto conciencia de la necesidad de reaccionar en defensa de su independencia económica, pues a partir de la década de 1740 se sucedieron las iniciativas tendentes a reforzar su cooperación y favorecer la actividad de los propios talleres. En un principio, la compañía tenía un carácter exclusivamente artesanal ya que según los capítulos iniciales que debían regir su actividad, solamente podían participar en ella los maestros del colegio del arte mayor de la seda o sus familiares más directos (viudas e hijos). No obstante, la naturaleza de la compañía fue transformada por las modificaciones impuestas por la Junta General del Comercio donde, gracias al éxito inicial, se eliminó el carácter artesanal y se autorizó la participación en el accionariado del resto de los grupos sociales. El proyecto elaborado por los artesanos sederos fue contemplado con mucho recelo por parte de la burguesía sedera y los organismos centrales de la monarquía. Se estipuló que, para ser viable, se necesitó de un capital de 500.000 a 600.000 pesos; la ampliación de las bases sociales del accionariado se consideró, sin embargo, compatible con la reserva de los cargos directivos para los artesanos sederos sin tener en cuenta los problemas que ello pudiera ocasionar. El punto álgido llegó cuando en 1776–77 se adquirieron acciones por un valor de 65.350 libras, lo que suponía doblar el capital suscrito hasta el momento. Distintos fueron los grupos que engrosaron la compañía. El primero de los grupos quedó integrado por las clases rentistas y acomodadas, siendo sus componentes tres miembros de la nobleza titulada, 4 comerciantes, 60 profesionales y personas distinguidas con el tratamiento de «don» y 37 eclesiásticos. Entre ellos podían controlar perfectamente la compañía, puesto que aun siendo el 31.13% de los accionistas, acaparaban el 59.62% del capital suscrito. El segundo gran grupo englobó a personas de las que solo se conoce su nombre y no recibieron ningún tratamiento de distinción. Su condición económica es inferior a los sectores aludidos con anterioridad y engrosaron el 36.52% de los accionistas, a pesar de lo cual, solo controlaron el 25.39% del capital.
Colección: Estadísticas
Proyecto: 3. Mundo rural y mundo urbano en la formación de la identidad europea., 4. Familia, vida cotidiana y desigualdad social en Europa.
Cronología: XVIII
Ámbito: Educación Secundaria, Bachillerato, Universidad
Tipo de recurso: Estadística
Formato: Tabla
Fuente: Franch Benavent, Ricardo, «Los negocios de una gran empresa sedera en la Valencia del siglo XVIII: la compañía de Nuestra Señora de los Desamparados», Revista de Historia Económica, Journal of Iberian and Latin American Economic History, 14, 3 (1996), pp. 557–589.
Idioma: Castellano
Fecha: 1996
Propietario: Álvaro Romero González (Modernalia)
Copyright: © Ricardo Franch Benavent © Revista de Historia Económica
Resumen: Condición social de los accionistas de la Compañía de Nuestra Señora de los Desamparados en Valencia durante el siglo XVIII (valores expresados en libras valencianas)
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