La década de 1790 supuso, para la reciente creación de la república de Estados Unidos, un impulso comercial prolongado durante los primeros años del siglo XIX que contribuirá al desarrollo de la nueva nación. La independencia propició el fin de las políticas de exclusividad y la apertura de los puertos coloniales, particularmente españoles y franceses. Al contrario de lo que pudiera pensarse, los intercambios que las Trece Colonias con los puertos de la península ibérica no se paralizaron; puertos como el de Filadelfia intensificaron su tráfico con Cádiz y Lisboa. Las navegaciones, especialmente a Cádiz y a través del estrecho de Gibraltar, no estaban exentas de riesgos. Desde la Independencia, el gobierno estadounidense intentó neutralizar la actividad de los corsarios berberiscos contra su comercio gracias a desembolsos de dinero. En este sentido, a los puertos ibéricos llegaron capitanes estadounidenses interesados en el comercio. Entre 1780–1800 salieron de los puertos estadounidenses 765 barcos con destino a la península y otros 1.312 tocaron un puerto portugués o español antes de surcar el Atlántico en su regreso. El acercamiento revela una considerable diferencia entre el número de embarcaciones que salieron (514) y las que regresaron (616), circunstancia que pudiera deberse a la propia naturaleza. El presente cuadro revela que el movimiento anual del tráfico estaba dentro de los parámetros de crecimiento que caracterizó el american shipping en los años finales del Setecientos. Sin embargo, no todos los puertos estadounidenses tuvieron la misma relevancia en el tráfico con España, ya que la especialización en la exportación de determinadas mercancías condicionó el modelo de tráfico. La demanda española se centró en cereales, harina, pescado y madera, por lo tanto, los puertos de Filadelfia y Salem serán los que concentren el mayor número de salidas, un 49.5% y 39% respectivamente. En el caso de las entradas la situación cambia ya que el 62% de los barcos se dirigen al puerto de Filadelfia y solo el 17% regresan a Marblehead. La distribución del tráfico fue bastante homogénea: entre 1780–1800 la mayoría de los barcos estadounidenses se dirigieron a Cádiz y Bilbao (49.7%), aunque con sustanciales diferencias en cuanto a la procedencia de embarcaciones.
Colección: Estadísticas
Proyecto: 2. Impacto social y económico de las revoluciones tecnológicas en Europa., 9. Viajes y viajeros: conexiones económicas, sociales y culturales.
Cronología: XVIII, XIX
Ámbito: Educación Secundaria, Bachillerato, Universidad
Enlace: https://revistas.usal.es/index.php/Studia_Historica/article/view/shhmo2020421165193/22499
Tipo de recurso: Estadística
Formato: Tabla
Fuente: Carrasco González, Guadalupe, «Vino, sal y pasas por harina pescado y duelas: el tráfico marítimo comercial estadounidense con España a finales del siglo XVIII (1780–1800). Una primera aproximación, Studia Historica, Historia Moderna, 42, 1 (2020), pp. 165–193.
Idioma: Castellano
Fecha: 2021
Propietario: Álvaro Romero González (Modernalia)
Copyright: © Guadalupe González Carrasco © Revista Studia Historica, Historia Moderna
Resumen: Movimientos de navios entre España y Estados Unidos a finales del siglo XVIII
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