Milagros Moro Ipola. Profesora Tutora de Historia Antigua. UNED-Valencia.
Curso de Verano UNED. «Roma vivet: Herencia y pervivencia de la Roma antigua».
Milagros Moro Ipola. Profesora Tutora de Historia Antigua. UNED-Valencia.
Curso de Verano UNED. «Roma vivet: Herencia y pervivencia de la Roma antigua».
La localidad pacense de Medellín es actualmente uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Extremadura. La primera campaña de excavación arqueológica se realizó en 1969. Desde entonces hasta ahora, se han realizado notables avances en el conocimiento de la diacronía ocupacional de este enclave documentándose vestigios prehistóricos, orientalizantes, romanos, musulmanes, cristianos, y moderno-contemporáneos. La gestión arqueológica desarrollada en estos últimos años ha permitido transformar las abandonadas ruinas del teatro romano de Metellinum en uno de los principales monumentos de esta comunidad autónoma. También, la declaración de Medellín como Bien de Interés Cultural ha obligado a realizar intervenciones arqueológicas en las obras que se ejecutan en esa localidad y ello ha permitido localizar otros importantes restos arqueológicos de los que se desconocía su existencia.
Javier Cabrero Piquero. Director del Departamento de Historia Antigua. Profesor Titular. UNED.
Curso de Verano UNED. «Roma vivet: Herencia y pervivencia de la Roma antigua».
Pilar Fernández Uriel. Profesora Emérita de Historia Antigua. UNED.
Curso de Verano UNED. «Roma vivet: Herencia y pervivencia de la Roma antigua».
En las últimas décadas, la arqueología ha asistido a un interesante proceso de renovación metodológica relacionada con la incorporación de numerosas herramientas y recursos digitales. Al creciente uso de tecnologías de información geográfica (TIG) o de datos geoespaciales disponibles en acceso abierto (fotografía aérea, imágenes satelitales, LiDAR), debemos sumar la extensión de nuevos equipamientos técnicos —como los drones— y el notable avance vivido por las denominadas ciencias arqueológicas —métodos geofísicos, análisis paleoambientales, sistemas de datación, etc.—.
Desde el colectivo Romanarmy hemos experimentado estos cambios en primera línea de la investigación, incorporándolos a nuestra metodología con el objetivo de comprender mejor el impacto que supuso la extensión del estado romano en los diversos paisajes arqueológicos del noroeste ibérico. La voluminosa información obtenida nos permite ahora superar las viejas narrativas acerca de este fenómeno —excesivamente basadas en las fuentes grecolatinas— y plantear nuevos modelos interpretativos. Esta arqueología del nuevo milenio no puede centrarse únicamente en el estudio del ejército romano como agente del cambio, sino que debe también analizar el papel que juegan las comunidades indígenas, que conservaron cierta capacidad de decisión en el proceso.
Miguel Ángel Novillo López. Profesor Ayudante Doctor del Departamento de Historia Antigua. UNED.
Curso de Verano UNED. «Roma vivet: Herencia y pervivencia de la Roma antigua».
El centro minero-metalúrgico del Cerro de los Almadenes se encuentra al suroeste del pueblo de Otero de Herreros y desde 2009 varios miembros de la Sociedad Española de Historia de la Arqueología (SEHA) están excavando en este yacimiento.
Los trabajos arqueológicos han localizado minas de cobre y unas baterías de hornos de reducción de mineral de tipología hasta el momento desconocida en la península. Las excavaciones han documentado estructuras y materiales sobre todo de cronología tardorrepublicana, altoimperial y tardoantigua, aunque también existen restos desde el siglo VI a.C. Destacan además hallazgos monetales y la escultura de una dama sedente descabezada.
Origen y desarrollo de la desigualdad y estratificación social. La tégula de Villafranca de los Barros constituye uno de los testimonios epigráficos más singulares de la tardía romanidad. Se trata del único ejemplo conocido de epístola escrita en latín que fue reproducida en el barro, aún fresco, de una teja. El texto nos informa acerca de la organización de las explotaciones agropecuarias del Bajo Imperio, las llamadas villas romanas, así como de las condiciones de vida de aquellos que se ocupaban de su gestión y explotación.
En esta conferencia abordaremos una serie de construcciones romanas que hasta ahora no habían sido analizadas con la atención que merecen y por ello no bien interpretadas. Se trata de los viveros de pescado, piscinae, cuyos restos más reconocibles, excavados en la roca costera, se encuentran en la mitad norte de la costa alicantina en las localidades de Jávea, Calpe, el Campello y Alicante (esta junto a la ciudad romana de Lucentum). También recientemente se ha propuesto una nueva instalación de este tipo en Cabo Trafalgar (Cádiz) aunque con vestigios menos evidentes que los alicantinos.
Numerosos viveros se encuentran repartidos en la costa del mar Mediterráneo y son muy escasas las evidencias, en un mismo lugar, de los dos tipos de construcciones. En realidad, la mayoría de los viveros formaron parte de suntuosas villas marítimas, un elemento que las hacía destacar, como expresión de máximo lujo y ostentación.
La escasez y singularidad de estas construcciones romanas en la Península Ibérica, aún con notable monumentalidad y agrupadas casi todas en un tramo muy concreto del litoral mediterráneo español, son argumentos de peso para que se propongan medidas para su conservación. En los últimos años hemos asistido a la parcial destrucción de unos viveros en El Campello debido a la erosión marina y otros, por el mismo motivo, están en peligro de desaparición.
Explotación minera. Degradación del paisaje. Organización del trabajo. Desigualdades sociales. Esclavos.