El retrato que Velázquez hizo de Jerónima de la Fuente fue realizado momentos previos a la partida de un largo viaje que durará un año y tres meses, y que llevará a la religiosa al extremo más alejado del imperio español para fundar el primer convento de Clarisas en Manila (Filipinas). En los numerosos conventos que había en España en los siglos XVI y XVII coincidían mujeres de distintas aspiraciones y condiciones. Muchas de ellas se veían obligadas a profesar porque sus familias no disponían de recursos para proporcionarles dotes suficientes para el matrimonio, pero el convento podría suponer una oportunidad de desarrollar un proyecto personal al margen del matrimonio y la maternidad, además de aprender a leer y escribir. Algunas de ellas, a través de los trabajos y fundaciones y evangelizaciones, consiguieron ser parte activa de la cultura del momento, como por ejemplo la madre Jerónima de la Fuente. A su llegada a Filipinas, luchó para defender la admisión de mestizas y mujeres sin dote dentro de los conventos, ganándose el aprecio del pueblo al poner el fin evangelizador por encima de todas las consideraciones de raza, credo o recursos económicos.
Colección: Imágenes
Proyecto: 10. Iglesias y religiones en Europa., 11. La ciencia y la cultura como representación en Europa.
Cronología: XVII
Ámbito: Educación Secundaria, Bachillerato, Universidad
Tipo de recurso: Imagen
Formato: Óleo sobre lienzo (160 x 110 cm)
Fuente: Museo del Prado (Madrid)
Idioma: Castellano
Fecha: 1620
Propietario: Álvaro Romero González (Modernalia)
Identifier: P002873
Copyright: Museo del Prado (Madrid)
Resumen: La vocación de Jerónima de la Fuente, monja franciscana del convento de Santa Isabel, le llevó a embarcarse en la labor misionera destino a Filipinas
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