La esperanza de vida es un indicador que expone la duración media de la vida de una generación. Durante el Setecientos, esta se situó alrededor de los 28, pese a que distintos autores apuntaran la posibilidad de los 27 o 25 años. Las enfermedades infecciosas fueron las responsables de la corta duración de la vida, pues constituyó una lacra para aldeas, pueblos y ciudades españolas. A ello se suma que en 1796 se dio un acontecimiento fundamental en la lucha contra las enfermedades infecciosas: el descubrimiento de la vacunación antivariólica por parte de Jenner, del que se tuvo un rápido y favorable conocimiento. Las tasas de mortalidad infantil se sitúan entre un 200 y 230 por mil, con una mortalidad intermedia en regiones como Baleares, Navarra y Aragón y una esperanza de vida por debajo de la media española. El análisis de la mortalidad desde finales del siglo XVI hasta los comienzos de la transición demográfica descubre la existencia de unas tendencias que privilegian a la periferia frente al interior peninsular, haciéndose más notorias en la década de 1860.
Colección: Estadísticas
Proyecto: 3. Mundo rural y mundo urbano en la formación de la identidad europea., 4. Familia, vida cotidiana y desigualdad social en Europa.
Cronología: XVIII
Ámbito: Educación Secundaria, Bachillerato, Universidad
Enlace: https://www.adeh.org/revista/2014,%202/RDH%20XXXII%20(II)%202014%20F%20Dopico.pdf
Tipo de recurso: Estadística
Formato: Tabla
Fuente: Dopico, Fausto, «El impacto demográfico de las creencias. Una evaluación desde el siglo XVIII español», Revista de Demografía Histórica, vol. 32, nº2, 2014, pp. 51–76.
Idioma: Castellano
Fecha: 2014
Propietario: Álvaro Romero González (Modernalia)
Copyright: © Fausto Dopico, © Revista de Demografía Histórica
Resumen: Mortalidad infantil en las distintas provincias españolas durante el siglo XVIII
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