Designación de tutores y curadores en testamentos. Valladolid, siglo XVIII

Durante la Edad Moderna, las mandas testamentarias surgieron como estrategias de reproducción social orientadas a mejorar el linaje familiar. En ocasiones, el difunto testador legaba a sus hijos, menores de edad, los bienes muebles e inmuebles que tenía en su poder y administración. Sin embargo, estos bienes quedaban sujetos a la tutela de una persona adulta; normalmente cercana a la familia, para que los administrara hasta que los vástagos alcanzasen la madurez. La elección de los administradores de la herencia no era cuestión menor, sino que ocupaba gran parte de la preocupación del testador ante la posible perversión del elegido. En Valladolid un 77,8% de los designados tutores fueron los propios cónyuges de los difuntos seguidos, a gran distancia, por otros familiares (9,3%), hermanos (2,9%), hijos y padres (ambos casos con un 2,3%), y «otros» (5,4%), concepto que aglutina a numerosas categorías de individuos relacionados con la familia a través de la vecindad o parentesco espiritual. La ciudad de Valladolid marcaba la tendencia general de forma más aguda; por el contrario, los matices del mundo rural atenuaban los criterios divergentes. En diferenciación por sexos, las mujeres elegían, antes que a sus maridos (21,1%), a otros familiares (35,8%) para ser administradores de la herencia de sus hijos.

Colección: Estadísticas

Proyecto: 3. Mundo rural y mundo urbano en la formación de la identidad europea., 4. Familia, vida cotidiana y desigualdad social en Europa.

Cronología: XVIII

Ámbito: Educación Secundaria, Bachillerato, Universidad

Enlace: https://revistas.usal.es/index.php/Studia_Historica/article/view/shhmo20163822754/15938

Tipo de recurso: Estadística

Formato: Tabla

Fuente: García Fernández, M. (2016). "Tutela y minoría de edad en la Castilla rural: prácticas cotidianas en el Antiguo Régimen", en Studia Historica, vol. 38, nº 2, p. 35.

Idioma: Castellano

Fecha: 2016

Propietario: Pablo Ballesta Fernández (Modernalia)