Las inversiones de los pequeños mercaderes, destinadas a formar infraestructuras manufactureras, incidieron directamente en la fuerza de trabajo gremial y ciertos segmentos del campesinado. Sin embargo, la filosofía ilustrada planificó un tipo de manufactura a fomentar: el modelo de industria popular. Esta debía cumplir una doble función: no modificar las relaciones de producción e impedir la concentración de trabajadores para evitar la canalización unitaria. La etapa 1720–1760 es el periodo que giró en torno al desarrollo artesanal, pues su consolidación fue manifestada por la clara predisposición de los ilustrados mallorquines a incentivar las actividades textiles. Por otra parte, se prefirieron las manufacturas bastas, mercancías con bajos costos de oportunidad, ya que se realizaban cuando concluía la jornada en el campo y, en determinados casos, durante la misma. La especialización vitícola, entre 1794 y 1820, señala la existencia de algarrobos, higueras, árboles frutales… De todo ello se comercializaron las almendras y derivados de la viticultura, principalmente el aguardiente.
Colección: Estadísticas
Proyecto: 2. Impacto social y económico de las revoluciones tecnológicas en Europa., 9. Viajes y viajeros: conexiones económicas, sociales y culturales.
Cronología: XVIII, XIX
Ámbito: Educación Secundaria, Bachillerato, Universidad
Tipo de recurso: Estadística
Formato: Tabla
Fuente: Manera, Carles, «Manufactura textil y comercio en Mallorca, 1700–1830», Revista de Historia Económica, Journal of Iberian and Latin American Economic History, 6, 3 (1988), pp. 523–555.
Idioma: Castellano
Fecha: 1988
Propietario: Álvaro Romero González (Modernalia)
Copyright: © Carles Manera, © Revista de Historia Económica
Resumen: Exportaciones textiles, comestibles y otros desde el puerto de Palma de Mallorca a comienzos del siglo XVIII
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