Las campañas del emperador Heracleio (620-6), según la Crónica de Theophanes Confessor

La Crónica de Teófanes es la última y más extensa obra en griego del género de la narración cronográfica establecida por Eusebio a principios del siglo IV d.C. La obra abarca más de medio milenio desde el ascenso al trono de Diocleciano (284 d. C.) hasta el emperador bizantino Miguel I (813), pero la Crónica surgió de un proyecto aún más ambicioso: un relato completo de la historia universal desde la Creación, concebida y llevado hasta Diocleciano por el amigo de Theophanes, George Synkellos. Theophanes, según su introducción, completó el resto, utilizando materiales reunidos por George después de su muerte. La narración de la contribución de Teófanes, por lo tanto, va desde la restauración imperial romana de los tetrarcas hasta el mundo de los emperadores bizantinos iconoclastas, los califatos abasíes y los emperadores carolingios. Aunque la mayor parte de las entradas se refiere a la política imperial y eclesiástica en la Constantinopla bizantina, los acontecimientos del occidente tardío y postromano, la Persia sasánida y la Siria islámica aparecen con regularidad. Theophanes cubre gran parte de la extensión geográfica y temporal de la Antigüedad tardía, y su Crónica es un valioso compañero para el estudio de la época. Gran parte del material de la última parte de la Crónica es único, pero la sección anterior, hasta principios del siglo VII, consiste en gran parte en selecciones de fuentes (algunas de las más importantes fueron a su vez compendios de obras anteriores). que existen o para los que existen comparandos cercanos. El conjunto es una fuente rica y diversa de datos. A pesar de las dificultades para usar Teófanes, cuya cronografía es a menudo valiente pero defectuosa, la Crónica es un punto de referencia constante para muchos trabajos en la antigüedad tardía o la historia bizantina temprana, aunque solo sea como brújula.