Hasta el siglo XVIII, el sistema de universidades no dependía de una autoridad política desde la que emanaran los planes de estudio y las directrices de funcionamiento. En el antiguo régimen, la nobleza, la iglesia, los particulares o el rey podían promocionar universidades. En este caso, las universidades pro religione fueron las promocionadas por las ordenes regulares como la de los jesuitas. No obstante, ya en el XVIII, los ilustrados criticaron que este tipo de universidades controladas por regulares, condicionaban la formación de los alumnos en función de su adscripción a una u otra orden, además de que sus alumnos obtenían con demasiada facilidad los títulos pertinentes al reconocerse su valor académico. Los ilustrados intentaron centralizar la educación para fijar unos criterios de calidad en la misma. Un paso necesario fue la secularización de la educación en manos de la orden de los jesuitas en 1768, algo que los ilustrados querían hacer extensible a todas las otras ordenes regulares. Desde entonces, descendió el numero de licenciados y doctores. En este caso el presente texto es una queja de un religioso por las disposiciones de Carlos III en esta línea.
Colección: Textos
Cronología: XVIII
Ámbito: Educación Secundaria, Bachillerato, Universidad
Enlace: https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/28506/1/RHM_20.pdf
Tipo de recurso: Fuente histórica
Fuente: AUV, Libro 20º de Claustros, 20 agosto 1794, ff. 259-269
Idioma: castellano
Fecha: 20/8/1794
Propietario: Djebril Bouzidi (Modernalia)
Identifier: AUV, Libro 20º de Claustros, 20 agosto 1794, ff. 259-269
Resumen: Queja de un religioso por las dispoisiciones de Carlos III hacia la secularización de la educación que habÍa estado en manos de las órdenes regulares
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