Frente a los viejos paradigmas que oponían un Mediterráneo de ciudades y estados a una Europa céltica de aldeas y tribus, las nuevas investigaciones arqueológicas dibujan ahora el final de la Segunda Edad del Hierro como un mundo complejo y dinámico, en el que se desarrollan estructuras estatales y donde germina un urbanismo característico. Al hilo de la publicación del volumen Oppida. Ciudades de la Europa céltica de la revista Desperta Ferro Arqueología e Historia, el simposio reune a una docena de investigadores para analizar las claves de estos fenómenos en ámbitos diversos del mundo céltico – demografía, sociedad, urbanismo, identidades y guerra – desde la península Ibérica a la Galia, en el periodo que antecede a la intervención de Roma.