La obra de Maíno fue realizada a finales de 1634. Por ella se pagaron los primeros 18.600 maravedíes, y estaría destinada al Salón de Reinos. Maíno entregó la obra el 16 de junio, cuando recibió los 200 ducados en que fue estimado el lienzo, procedentes de los gastos secretos de Felipe IV. La composición no se centra en los esquemas tradicionales que regían la composición de las pinturas del asunto bélico inspiradas por las estampas de Antonio Tempesta. En lo único en que se equiparó con sus colegas Carducho, Cajés o Leonardo entre otros, fue en la exaltación del vencedor, en este caso, don Fadrique Álvarez de Toledo quien compartió gloria con Felipe IV y el conde duque de Olivares. La composición queda dividida en distintos planos. El primero de ellos, situado en el margen derecho, muestra los horrores de la guerra y la necesidad de ayuda y auxilio a los heridos. El siguiente plano muestra a Don Fadrique sobre un escenario acompañado de un tapiz en el que aparecen representados Felipe IV, el conde duque y Minerva, coronando al monarca con una corona de laurel al estilo romano mientras este sujeta la palma que, iconográficamente, responde al martirio cristiano. El Rey Planeta se encuentra de pie como vencedor de la herejía, derrotada a sus pies. Mientras, don Fadrique, apela a la justicia y misericordia del rey ante las súplicas de los holandeses vencidos.
Colección: Imágenes
Proyecto: 5. El sistema y el poder en la historia de Europa: oligarquías, participación política y democracia., 6. Bajo un manto de terror: violencia y conflicto armado en Europa.
Cronología: XVII
Ámbito: Educación Secundaria, Bachillerato, Universidad
Tipo de recurso: Imagen
Formato: Óleo sobre lienzo (309 x 381 cm)
Fuente: Museo Nacional del Prado (Madrid)
Idioma: Castellano
Fecha: 1634-35
Propietario: Álvaro Romero González (Modernalia)
Identifier: P000885
Copyright: Museo del Prado (Madrid)
Resumen: Representación de la recuperación de Bahía de Todos los Santos, obra que forma parte, junto a otras, de la conmemoración de una serie de victorias terrestres y navales que sonrieron a los ejércitos de la Monarquía Hispana durante el primer periodo de la Guerra de los Treinta Años (1621-30). Estos lienzos irían destinados al Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro.
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