La transmisión de la propiedad es fundamental para explicar la perpetuación material de las familias. En la mayoría de los casos se solía designar como herederos a los hijos, aunque ante la ausencia de estos los bienes recaían en otros miembros de la familia. De los casos estudiados para la Sierra de Alcaraz, en la provincia de Albacete, en el siglo XVIII casi un 85% de las herencias eran destinadas a los hijos, seguidos de los cónyuges (9%), hermanos (6,9%), nietos (4,6%) y sobrinos (3,3%). Los datos que aporta la Sierra de Alcaraz siguen las prácticas del modelo igualitario del sistema de herencias castellano; un nivel descendente de transmisión y con equivalencias relativas entre varones y mujeres (53,76% y 46,24% respectivamente). En cuestión al estado matrimonial, en la transmisión de los bienes se intentaba equiparar a los hijos solteros con los dotados si habían contraído nupcias, de tal manera que el hijo mayor no se beneficiaba más que los otros por norma general. Más bien al contrario, los hijos menores podían verse agraciados con ventajas al no haber salido aún del núcleo familiar y haber podido ayudar en las labores o asistiendo a los testadores cuando estaban enfermos. Si los hijos eran pequeños, se nombraban curadores y usufructuarios a los cónyuges o, ante la ausencia de estos, a la parentela más cercana.
Colección: Estadísticas
Proyecto: 3. Mundo rural y mundo urbano en la formación de la identidad europea., 4. Familia, vida cotidiana y desigualdad social en Europa.
Cronología: XVIII
Ámbito: Educación Secundaria, Bachillerato, Universidad
Tipo de recurso: Estadística
Formato: Tabla
Fuente: García González, F. (2000). Las estrategias de la diferencia. Familia y reproducción social en la Sierra. (Alcaraz, siglo XVIII). Madrid: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, p. 173.
Idioma: Castellano
Fecha: 2000
Propietario: Pablo Ballesta Fernández (Modernalia)
Copyright: ©Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ©Francisco García González ©Seminario de Historia Social de la Población
Resumen: La transmisión del patrimonio a través de las herencias según las afinidades de parentesco y sentimentales. Imperaba el modelo de herencia igualitario castellano, y los miembros que más abundaban como herederos fueron los primogénitos.
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