Jacobo Storch. Profesor Titular de Arqueología. UCM.
Curso de Verano UNED. «Roma vivet: Herencia y pervivencia de la Roma antigua».
Jacobo Storch. Profesor Titular de Arqueología. UCM.
Curso de Verano UNED. «Roma vivet: Herencia y pervivencia de la Roma antigua».
Milagros Moro Ipola. Profesora Tutora de Historia Antigua. UNED-Valencia.
Curso de Verano UNED. «Roma vivet: Herencia y pervivencia de la Roma antigua».
Javier Cabrero Piquero. Director del Departamento de Historia Antigua. Profesor Titular. UNED.
Curso de Verano UNED. «Roma vivet: Herencia y pervivencia de la Roma antigua».
Pilar Fernández Uriel. Profesora Emérita de Historia Antigua. UNED.
Curso de Verano UNED. «Roma vivet: Herencia y pervivencia de la Roma antigua».
El propósito del seminario es abordar el concepto de alma en diferentes zonas del mundo antiguo –Grecia, la India y Egipto– y en diferentes contextos –literario, filosófico, religioso– a partir del análisis de fuentes escritas e iconográficas. El seminario está orientado a estudiantes de bachillerato y universitarios y público general. Cada uno de los participantes tendrá una intervención de 15 minutos seguida de una breve discusión. Seguirá una visita guiada por distintas piezas del Museo que ilustran el tránsito del difunto al Más Allá.
El centro minero-metalúrgico del Cerro de los Almadenes se encuentra al suroeste del pueblo de Otero de Herreros y desde 2009 varios miembros de la Sociedad Española de Historia de la Arqueología (SEHA) están excavando en este yacimiento.
Los trabajos arqueológicos han localizado minas de cobre y unas baterías de hornos de reducción de mineral de tipología hasta el momento desconocida en la península. Las excavaciones han documentado estructuras y materiales sobre todo de cronología tardorrepublicana, altoimperial y tardoantigua, aunque también existen restos desde el siglo VI a.C. Destacan además hallazgos monetales y la escultura de una dama sedente descabezada.
En esta conferencia abordaremos una serie de construcciones romanas que hasta ahora no habían sido analizadas con la atención que merecen y por ello no bien interpretadas. Se trata de los viveros de pescado, piscinae, cuyos restos más reconocibles, excavados en la roca costera, se encuentran en la mitad norte de la costa alicantina en las localidades de Jávea, Calpe, el Campello y Alicante (esta junto a la ciudad romana de Lucentum). También recientemente se ha propuesto una nueva instalación de este tipo en Cabo Trafalgar (Cádiz) aunque con vestigios menos evidentes que los alicantinos.
Numerosos viveros se encuentran repartidos en la costa del mar Mediterráneo y son muy escasas las evidencias, en un mismo lugar, de los dos tipos de construcciones. En realidad, la mayoría de los viveros formaron parte de suntuosas villas marítimas, un elemento que las hacía destacar, como expresión de máximo lujo y ostentación.
La escasez y singularidad de estas construcciones romanas en la Península Ibérica, aún con notable monumentalidad y agrupadas casi todas en un tramo muy concreto del litoral mediterráneo español, son argumentos de peso para que se propongan medidas para su conservación. En los últimos años hemos asistido a la parcial destrucción de unos viveros en El Campello debido a la erosión marina y otros, por el mismo motivo, están en peligro de desaparición.
A través de varios proyectos de investigación nacionales y regionales el equipo “Ager Mellariensis” de la Universidad de Córdoba (www.uco.es/mellaria) ha documentado varios kilómetros de la gran arteria de conexión entre Córdoba y Mérida a su paso por el territorio de Córdoba y de Mellaria.
Esa vía era el cauce de evacuación de la riqueza de la afamada tierra aurífera de Córdoba. Así, una serie de asentamientos mayores y menores y complejos productivos se dispusieron en torno a su curso. Empezamos a vislumbrar la estructura que consintió la potencia financiera de la capital de la Bética en el potente distrito minero del que era ésta era referencia.
Es indudable que, en la historia de la humanidad, la mujer ha tenido un papel de primera línea, ignorado o despreciado, que poco a poco ahora vamos descubriendo y poniendo en valor.
La ciudad romana de Regina, se ubica en la actualidad en las inmediaciones del municipio de Casas de Reina, pequeña localidad próxima a Llerena, al sur de la provincia de Badajoz. En la antigüedad se encontraba en la provincia Baetica, adscrita al conventus Cordubensis.
No pasó desapercibida para los romanos ni la riqueza minera de la zona, ni su relevante situación estratégica, un importante paso hacia las Vegas del Guadiana. Tras los primeros escarceos con las tribus indígenas y, sobre todo, con las bandas lusitanas, los romanos levantaron un primer asentamiento para control del territorio en el Cerro de las Nieves. Con la pax Augusta, al igual que sucedió en otras poblaciones, se abandona el alto y se edifica la ciudad en el llano.
Ciudad volcada a la minería, ejerció un control administrativo sobre un amplio territorio. Fruto de esa próspera actividad, en época de Vespasiano, se le otorga el estatuto jurídico de municipium.